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Crónica 85,

Centroamérica - Las bocas del infierno

Ruta : Ruta de los Imperios | País : Panamá

Han pasado tan solo 10 días desde que nos despedimos del Montero en Ecuador y ya estamos todos de nuevo reunidos ... en Panamá. El procedimiento realizado en Ecuador se repite a la inversa, se hacen saltar todos los precintos ante la presencia de los agentes de aduanas, funcionarios portuarios, policías y departamento antidroga. El Montero está intacto y con los papeles en regla tardamos apenas 3 horas en liberar a nuestro compañero. Hace un año su largo cautiverio le llevo del continente australiano al continente americano tras 20 días de travesía por el Pacífico. Esta vez ha sido un corto e histórico recorrido marítimo el que le ha llevado de Sudamérica a Centroamérica ... concluyendo su navegación nada menos que atravesando el mítico Canal de Panamá para llegar al puerto de Colón. Grandes incógnitas todavía nos esperan cuando salimos del recinto portuario, la primera de ellas es cómo afecta a las carreteras y pistas la actual estación de lluvias que se descarga en Centroamérica. La segunda es si conseguiremos llegar a Alaska porque los grandes fríos se acercan al extremo norte de América y estamos realmente retrasados. Pero Alaska está todavía muy lejos, ahora tenemos toda Centroamérica por delante.

Dejamos tras nosotros el puerto de Colón y llegamos a Ciudad de Panamá. Con poco más de dos millones de habitantes su población es un crisol de razas: descendientes de conquistadores españoles, de negros cimarrones (esclavos huidos), de indígenas, de chinos, de hindúes, ... generándose una idiosincrasia particular nacida del mestizaje de todos ellos. Cuando Cristóbal Colón llegó en 1.502, entre la compacta vegetación no encontró el "Downtown" que hoy en día se eleva espectacularmente en el istmo panameño. Frente a la espesa jungla de árboles y lianas se levanta un bosque de cemento y cristal, símbolo del Panamá moderno.

El Panamá "histórico". Decenas de edificios coloniales y barrios enteros de arquitectura añeja nos sorprendieron muy gratamente. Sabíamos por todo lo leído antes de llegar a Panamá que poseía restos de hermosa arquitectura pero los escritos no hacían justicia a la gran extensión del Panamá antiguo. La concienciación del patrimonio histórico hace que se recuperen los edificios abandonados a su suerte desde hace decenios pero ... en muchos casos la población más desfavorecida se ha asentado en céntricos barrios coloniales y la remodelación se enfrenta con los problemas de realojamiento y la resistencia de muchos inquilinos que saben que lo único que van a poder negociar en su vida es el suelo histórico que pisan y el techo en ruinas que les cubre ... hasta que se les desmorone en sus cabezas. Si algunos barrios representan la belleza de antaño con hermosos jardines y fachadas impecables ... en otros barrios céntricos ni la policía se atreve a acercarse. La policía turística, a bordo de bicicletas para tener gran movilidad y rapidez, patrullan por el Panamá histórico mimando a los turistas y asegurándose que ningún "despistado" se meta sin querer en barrios donde el crimen más pequeño es dejarle en calzoncillos.

Y finalmente el símbolo de Panamá, lo que hace que no sea tan solo un país más de Centroamérica sino el país que permite que dos gigantes acuíferos se estrechen la mano a través de una de las mayores obras de ingeniería hidráulica del mundo: el Canal de Panamá. Las propias matrículas de los vehículos reflejan como fondo de las mismas tan magna obra.

El deseo de construir el ansiado canal se remonta a los años de las colonias. En el año 1.534 el rey Carlos V de España ordenó los primeros estudios topográficos para la construcción de un canal por una sección del istmo de 80 kilómetros de ancho pero la tecnología de la época era absolutamente insuficiente para acometer tamaña empresa. Fue el francés Ferdinand de Lesseps, ingeniero que desarrolló exitosamente el Canal de Suez, el primero que se atrevió a plantarle cara tres siglos después. Pero fracasó por las características opuestas que tienen el desierto del Sinaí y la agresiva jungla centroamericana. Años después otra compañía francesa volvió a intentarlo pero esta vez falló el apoyo financiero. Finalmente, en 1.903 tras la segregación e independencia de Panamá de Colombia, provocada por intereses de los Estados Unidos, se firmó con los Estados Unidos un tratado -Hay Bunau Varilla- mediante el cual los americanos emprenderían la construcción del canal comprando los derechos y propiedades a la compañía francesa.

Un buque medio tarda de 8 a 10 horas en transitar por el Canal, el sistema de esclusas que permite el tránsito de los buques es un espectáculo difícil de olvidar. La esclusa de Miraflores es la última antes de que los buques lleguen al océano Pacífico. En ella los barcos bajan los dos últimos escalones, hasta el nivel del mar, que tienen un poco más de 1,609 metros de largo. Las compuertas de Miraflores son las más altas de todo el sistema debido a las marcadas variaciones en las mareas del Pacífico. Fue el 15 de agosto de 1.914 cuando el vapor Ancón realizó su primer tránsito oficial de un océano a otro. El peaje más alto que se ha pagado por pasar por el canal ha sido el del crucero de lujo Radiance of the Seas que pagó la friolera de 202.176,76 US$ el 12 de abril de 2001 y el más bajo es de 36 céntimos pagado por Richard Halliburton que lo hizo ... ¡¡nadando!! ... del 14 al 23 de agosto en 1.928. Se paga en función del agua que se desplaza, es decir, un complejo sistema de alcantarillas y válvulas controla los niveles de agua requeridos para elevar y bajar las naves dentro de las esclusas.

En la foto vemos la esclusa de Miraflores con un gigantesco carguero de conteiners similar al que transportaría nuestro apreciado y marinero Montero a través del histórico Canal. El carguero de conteiners está al nivel alto de la esclusa pero a su vera, casi escondido en el canal paralelo, se halla otro carguero a nivel "bajo", enganchado a máquinas ferroviarias que lo dirigen por la estrechez del paso.

El Puente de la Américas se enarbola como la guirnalda que contempla la unión de los dos grandes océanos el Atlántico y el Pacífico que hace más de cuatrocientos años descubriese el navegante español Vasco Núñez de Balboa. El Montero navegó por él y ahora ... los tres juntos pasamos por encima del Canal de Panamá a través de su regio arco de acero. El puente materializa la unión terrestre del continente americano e inauguramos oficialmente la nueva etapa centroamericana.

Costa Rica es la siguiente etapa, la presencia constante de su exuberante naturaleza es su principal carta de presentación. Es el más estable y seguro de todo Centroamérica pero muchos de los problemas de sus vecinos en ocasiones traspasan sus fronteras, unas veces en forma de crisis y otras en forma de delincuencia. El café y el tabaco que se cultiva en su fértil tierra han sido los pilares de una economía que afortunadamente no ha tenido una vida tan estrepitosamente ruinosa y de inestables gobiernos como la de muchos de sus países vecinos.

Sus inigualables parques naturales en el interior y sus costas pacífica y atlántica son otros de los lucrativos ingresos a través de una gran explotación turística. Siendo temporada de lluvias no se puede visitar profundamente Costa Rica porque el barro e inundaciones hacen muy dificultoso (o imposible) el avance por sus más bellas regiones. Nos hemos de limitar, desgraciadamente, a un recorrido superficial.

Llegamos a Nicaragua, país azotado por guerras, inestabilidad política y por la propia naturaleza. Intenta recobrar su estabilidad pero la pobreza y su agitado pasado dificultan su avance y la inseguridad es patente en casi todos los lugares de su geografía. Las lluvias nos siguen acompañando pero tras la tempestad viene la calma y en los momentos en los que el cielo se despeja tenemos el privilegio de ver los primeros volcanes de Centroamérica tras más de una semana desde que "desempaquetamos" nuestro imparable Montero en Colón. Toda Centroamérica está repleta de volcanes, muchos de ellos en activo ... son las bocas del infierno.

Emergiendo de entre las aguas del lago Nicaragua dos insignes moradores, el volcán Maderas (1.394 metros) y el volcán Concepción (1.610 metros, en la foto), rompen el horizonte y desafían estoicamente las tormentas y los vientos que nos azotan sin piedad mientras recorremos su territorio.

La naturaleza de Nicaragua no se queda a la zaga de sus vecinos pero gana a todos ellos en material cultural. Entramos en León, única villa sobreviviente a terremotos, erupciones, fuegos y la destrucción de la guerra. Se trata de la segunda ciudad más importante de Nicaragua pero ... ¡es un auténtico pueblo! ... arquitectónicamente hablando. Casi todas las casas son de una planta, con ese aspecto de pueblo castellano o extremeño. Ninguna construcción se identifica con las características propias de una ciudad. Cada calle, cada vivienda, cada detalle son de pueblo. Deambular en este entorno es una delicia (con la debida precaución de no quedarse solo ni moverse de noche, claro) y los nicaragüenses son amantes de charlar con los extranjeros, nos encontramos a gusto.

Y como champiñones sobre el césped tras un día de lluvia ... iglesias, muchas iglesias, decenas de hermosas construcciones religiosas que embellecen la ciudad y llenan de orgullo a sus moradores (en la foto la iglesia de la Resurrección). En esta falsa "ciudad" el inolvidable poeta Rubén Darío exhaló su último hálito, entre todas esas iglesias que turbaban aún más su crisis religiosa en los últimos años de su vida. Entre las iglesias que plagan la bella ciudad se encuentra una de las catedrales más grandes del mundo latinoamericano: la basílica de la Asunción. Concluida en 1.846, tardó 100 años en construirse. En ella descansan los restos de este poeta universal.

Ingresamos en territorio maya al adentrarnos en Honduras. Las ruinas de Copán son el mejor tesoro que guardan los hondureños de su historia precolombina. Muy próximos a la frontera con Guatemala, forma parte de lo que se ha venido en llamar Mesoamérica, área cultural que engloba los territorios que van desde México hasta Costa Rica donde se desarrollaron una serie de civilizaciones con rasgos y tradiciones culturales similares. Lograron sobresalientes avances intelectuales entre los que se encuentran un importante desarrollo de escrituras jeroglíficas (todavía indescifrable), elaboraron un sistema de calendario muy complejo y realizaron avanzados estudios astronómicos. Precisamente Copán fue uno de los centros mayas que más contribuyó al desarrollo de la astronomía y donde se celebraron varios congresos de dicha ciencia astral. Las estelas esculpidas de la Plaza Central de Copán son uno de los más finos y delicados trabajos del arte escultórico maya. La estela junto a la cual nos encontramos es un portarretrato del rey 18 -Conejo- que describe el linaje al que pertenecía el gobernante así como datos sobre el nacimiento, matrimonio y muerte..

¡Anda, un cartel que nos faltaba! En cada continente vamos encontrándonos con los carteles que advierten del movimiento de la fauna autóctona. En el norte de África era "Peligro camellos", en Asia advertían sobre elefantes, en Australia sobre los canguros, emus, cocodrilos y mucho más porque allí se nos cruzaba de todo. En Sudamérica la señalización advertía de la presencia de llamas en el altiplano y en Centroamérica ... la jungla hace que aparezca el cartel "Peligro monos". ¿Cuáles nos aparecerán en Norteamérica para redondear la colección?

Salvador, otro nombre que suena a guerra, revolución, guerrillas y sangre. Hace años que se ha firmado la paz pero las secuelas de la desenfrenada violencia que vivió el más pequeño de los países centroamericanos y la gran cantidad de armas que quedaron en manos de todo el mundo lo convierten en el más peligroso de todos: atracos, secuestros, robos de vehículos, ajustes de cuentas, ... Hay que andarse con mil ojos y nunca moverse de noche, tanto en determinados barrios de ciudades como en pueblos, tanto en carreteras principales como en comarcales remotas. La tranquilidad intenta asentarse pero todavía le queda un largo camino.

La naturaleza sigue siendo cautivadora y nos seguimos encontrando con más "bocas del infierno" pero la más espectacular de todas no retiene en sus fauces humo ni cenizas sino agua, una ingente cantidad de agua. En el fondo de la descomunal boca de un antiguo volcán se encuentran las sulfurosas aguas medicinales del lago Coatepeque. Su penetrante tono azul casi eclipsa la lujuriante vegetación de cafetales que le rodea como una corona esmeralda a los pies de la ladera oriental del volcán Santa Ana. La pesca y los deportes acuáticos que en sus aguas se pueden practicar han contribuido a la urbanización de su ribera pero la amenaza de su abuso intensivo podría poner en peligro las bellezas naturales de su fauna y flora.

Posee una hermosa naturaleza pero a parte de los escasos restos mayas, de nuevo nos encontramos con un país que posee un escaso patrimonio cultural, con pueblos sin personalidad y una capital, San Salvador, realmente horrorosa (que hace juego con Managua, Tegucigalpa y San José de Costa Rica). Hay una honrosa excepción que, sin tratarse realmente de "historia", sí que es agradable de recorrer: Santa Ana. Hablamos de ausencia histórica porque incluso el elemento que más llama la atención -la catedral que mostramos en esta foto- data del siglo XX pero se eleva tan espigada y altiva como el volcán próximo que lleva el mismo nombre de la ciudad. De estilo neogótico, a sus 91 años sigue celebrando cada mes de julio la festividad de su patrona. La engalanan con flores y cirios que los fieles le ofrecen en cantidades infinitas en su frío interior de techos abovedados y estatuas de santos vestidos con túnicas de terciopelo. Pero olvidándonos de la historia y centrándonos en la estética, el resto del pueblo nos deleita con un hermoso Teatro Nacional neoclásico, una municipalidad coqueta con una gran torre y unas calles que rodean al centro con casitas bajas de estilo rural.

Un brindis simbólico por un reencuentro imposible y una foto para la posteridad. En Ciudad de Guatemala nos esperaban nada menos que Gabi y Mari Carmen. ¿Quién nos iba a decir en nuestra última cena en Pakistán ... ¡con ellos! ... que nos reencontraríamos en Centroamérica? Un buen día recibimos un correo suyo: "estamos en Guatemala, allí tendréis vuestra casa que nos sentiremos honrados de compartir con vosotros". Así es, Gabi se trasladó de la embajada de España en Islamabad a la embajada en Guatemala ... mientras nosotros recorríamos Australia. Han pasado dos años desde aquella cena en Islamabad y el reencuentro con Mari Carmen y Gabi era realmente esperado, la foto parte inmediatamente para Víctor para que vea desde su casa de Islamabad que a veces lo imposible es posible porque el destino hace un lazo geotemporal entre los viajeros destinados al reencuentro. La hospitalidad y cariño que nos brindaron nuestros amigos nos hicieron tomar fuerzas para iniciar la etapa final por Latinoamérica y poner al día todo el trabajo acumulado debido al calor y las lluvias de Centroamérica.

Con Mari Carmen y Gabi nos acercamos a conocer la preciosa ciudad de Antigua. A pocos kilómetros de Guatemala City, la antigua capital guatemalteca es un museo al aire libre, sin lugar a dudas el pueblo más atractivo de Guatemala. No nos extraña que sea el hogar de escritores, pintores, escultores, artesanos... su seductora fisonomía inspira con ingenio la sensibilidad de los artistas. Declarada Patrimonio de la Humanidad todavía se podían ver los posters y banderas que aclaman la reciente visita del Papa Juan Pablo II. Esa visita, unida a la canonización del padre Pedro que desarrollaba su oficio en Antigua y que se halla enterrado en la iglesia de San Francisco, ha hecho que Antigua no sea tan solo un hermosísimo pueblo sino un centro de peregrinaje. En los países latinoamericanos es donde mayor y mejor acogida tiene la figura del pontífice y las alusiones constante a su figura eran más que elocuentes.

A sus 1.523 metros de altitud le rodean tres poderosos volcanes, el Volcán de Fuego (3.763 metros), el volcán de Agua (3.766 metros y representado en el cuadro) y el Acatenango (3.976 metros) que sigue emitiendo ocasionales columnas de cenizas como un cínico recordatorio de su latente poder destructivo, no son sus únicas amenazas. Numerosos terremotos se han producido a lo largo de su dilatada historia provocando el cambio de la capital después del espantoso terremoto que la dañó terriblemente en 1.773.

Ciudad de Guatemala, fundada en 1.543 por los Conquistadores Españoles, tiene pocos atractivos porque los terremotos han trabajado a conciencia en su labor destructiva pero ... un paseo por el centro permite disfrutar (vigilando siempre no ser robados si se lleva algo de valor en la mano) de hermosos edificios supervivientes del terrible seísmo de 1.976. Restauraciones como la del edificio de correos en la foto intentan devolver el esplendor de antaño a esta gran capital.

De la arquitectura colonial nos desplazamos a la arquitectura maya. El Petén es la joya precolombina más admirada del país. Cuando nos dirigíamos hacia Centroamérica, el área del Petén se hallaba presionado por los grupos ex-paramilitares que reclaman compensaciones económicas tras haber depuestos las armas en el año 1.996. Bloquearon Tikal y alrededores sin dejar salir ni entrar a nadie, local o extranjero, durante varios días. Afortunadamente nadie sufrió ni el más mínimo daño, hablamos de daños físicos, claro, porque hubo daños morales al estar muchos turistas retenidos ilegalmente y económicos al perder conexiones y el programa de viaje. La situación no se prolongó demasiado tiempo y por el momento "parecía" que no iban a repetirse las acciones de presión porque el gobierno cedió a las pretensiones de los paramilitares para cobrar una pensión vitalicia. Ahora la polémica brotaba entre las víctimas de esos mismos paramilitares ... que ante tal cesión económica del gobierno ... querían también una pensión por los familiares perdidos durante la cruenta guerra civil.

Pero se respiraba una total calma y tranquilidad cuando llegamos. Ni siquiera la tremenda humedad y el calor asfixiante propio de la época nos impidió disfrutar de los tesoros del mundo Maya en la increíble Tikal. Tras subir las extenuantes escalinatas de la pirámide Templo II, el cielo ya estaba encapotado y un aguacero nos obligó a resguardarnos en el soportal cubierto del templete superior. Desde ella tienes una perfecta panorámica de la Gran Plaza y las Acrópolis Central y Norte, donde vivían los gobernantes a la vera de los templos principales. Desde el año 200 a.C. hasta el 900 d.c. vivieron sucesivamente varias dinastías con lo cual fueron construyendo nuevos templos y pirámides sobre los ya existentes. Una élite con derechos hereditarios -y que mantenía al pueblo llano lejos del conocimiento para ser considerados como dioses o enviados de los dioses- gobernó Tikal durante casi mil años.

Alcanzamos el último de los países Centroamericanos, un gran desconocido: Belice. Aunque fue un colonia española que pertenecía al virreinato de Nueva España en el siglo XVI apenas se le prestó atención y pronto, en 1.638, los madereros ingleses de Jamaica establecieron una colonia en el río Belice, convirtiéndola en 1.862 en Colonia Británica. Aunque consiguieron cierta autonomía de la Corona Británica en 1.884 no obtuvieron su total independencia hasta 1.981. Esta tardía independencia se justificó por el acecho de Guatemala, que siempre reivindicó la soberanía del territorio beliceño. Bajo ese precepto, las tropas inglesas justificaron su continua presencia. Finalmente conseguida la total independencia, el país guatemalteco no reconoció al nuevo Estado pues consideraba esas tierras como suyas. Ciudad de Belice está muy por encima en tamaño, importancia y belleza (e inseguridad) que la propia capital: Belmopan. Su capital se trasladó de Ciudad de Belice a Belmopan debido a la devastación que sufrió la Ciudad de Belice tras el paso del huracán Hattie en 1.970. Protegida de los huracanes en el interior apenas tiene 7.000 habitantes en una urbe administrativa, aséptica, nacida de la nada y de moderno diseño. La Casa del Gobernador (en la foto) construida a principios del siglo XIX en Ciudad de Belice todavía conserva su atmósfera colonial, al igual que muchas de las bonitas calles de lo que podría considerarse la única verdadera ciudad de Belice.

El total la población de Belice es de 250.000 habitantes (como la helada, de improductivo suelo pero próspera y avanzada Islandia) y si bien esto es el paraíso ... el mal de Centroamérica también alcanza a este escondido país donde la pobreza y corrupción genera delincuencia e inseguridad en sus calles. Para nuestra mentalidad se nos hace difícil comprender que esto no sea un Edén de prosperidad y paz. ¿Cómo es posible que 250.000 habitantes no encuentren un camino a la felicidad en una tierra generosa?

A pesar de los recursos turísticos que su costa caribeña tiene y atrae cada vez más a los extranjeros, junto con la agricultura y silvicultura, el nivel de pobreza que se observa por el país es sorprendente. Paseando por la antigua capital, Ciudad de Belice, nos encontramos con el palpable carácter colonial británico que impera en cada una de las calles y casas que vemos.

El territorio beliceño formó parte del Mundo Maya y encontramos vestigios precolombinos todo a lo largo de su geografía. Caracol, Xunantunich y Altun Ha son los yacimientos arqueológicos más importantes. Tampoco comparables con México, Tikal o Copán sí que tienen un gran valor histórico y el departamento arqueológico beliceño está muy centrado en la restauración de todas ellas y van creando ordenados y hermosos recintos arqueológicos que revalorizan el paseo. Durante el periodo clásico (300 d.C.-900 d.C.), los mayas construyeron pequeños poblados en las llanuras aluviales y en las faldas de las colinas, edificando, a un nivel más alto, templos y palacios. También se han encontrado restos de tumbas y centros ceremoniales, con pirámides y campos para el juego de pelota, así como algunos pocos ejemplos del periodo posclásico del Yucatán. En la foto panorámica nos encontramos en la ruinas de Altun Ha "El agua de la Roca", uno de los mayores centros ceremoniales de su época. Sus templos y pirámides están siendo reconstruidos para intentar recuperar el esplendor de antaño. Una espléndida cabeza de jade tallada encontrada en este centro ceremonial se ha convertido en el símbolo nacional del país, es Kinich Ahau, el Dios Sol.

Calor, calor y más calor. En las acampadas se entremezclan el exasperante calor y la pegajosa humedad al tiempo que caen tremendas tormentas cuando uno menos se lo espera, son las que refrescan un poco el ambiente. No es de extrañar la vegetación tan abundante y exuberante que nos rodea con estas condiciones climatológicas.

Nos estamos asando de calor y hemos de partir en tromba de Belice para que no nos alcance el invierno. ¡Qué irónico! Se nos acaba el tiempo y el presupuesto ya es inexistente, llevamos toda América haciendo juegos malabares con las cuentas y el calendario y como decían en Bolivia durante los regateos: "no sale". La ayuda de MOTRANSA, la Mitsubishi de Ecuador, fue un balón de oxígeno pero aún así hemos tenido que simplificar el recorrido y suprimir de la ruta todo aquello que ya conocíamos y teníamos mucha documentación debido a otras rutas: primero fue Argentina, luego sacrificamos Brasil y ahora le toca el turno a México. Una pena porque la arqueología mexicana es soberbia y uno no se cansaría de regresar pero ... recorrido pormenorizadamente en 1.991 ... no tenemos ni tiempo ni presupuesto para regresar a cada uno de los puntos que nos cautivó. Hemos de recorrer este país, desgraciadamente, sin detenernos. Es más, sus autopistas de peaje son las más caras del mundo y hemos de ir por las nacionales ordinarias. También el combustible es carísimo (el segundo más caro de América tras Belice) y cada repostado es una puñalada. Además hay que pagar en efectivo porque ninguna gasolinera acepta tarjeta de crédito, son miles de kilómetros y los dólares en efectivo caen por cientos. La conducción es mala y el avance muy lento debido a los enormes badenes de frenado y a la gran cantidad de poblaciones. Parece que no avanzamos y al final cortamos por lo sano ... tomamos la costa este para llegar cuanto antes a Estados Unidos. Perfecto para nuestros fines, conduciremos unos 400 kilómetros extras pero circularíamos miles de kilómetros por carreteras y autopistas de ensueño (y gratis) y el combustible muchísimo más barato. Tenemos que llegar a Los Ángeles cuanto antes. Tan solo nos detenemos en México para una foto simbólica ... ¡¡cruzamos el Trópico de Cáncer!! Eso significa que salimos del trópico y sus calores, regresamos a los países con 4 estaciones. El Trópico de Cáncer marca también algo más que una reactivación de las estaciones, ese cartel también nos dice que se acaba nuestra aventura latinoamericana y debemos seguir el rumbo que testarudamente marca nuestra brújula: NORTE, donde las condiciones climatológicas difieren diametralmente a las soportadas hasta ahora. No en vano nos vamos acercar al círculo Polar Ártico. Alaska es nuestro próximo objetivo ... confiamos que el terrible invierno de esas latitudes no nos impida alcanzar esta última meta. Azimut

Resto de crónicas de la ruta

Acerca de los expedicionarios

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Te presentamos a tus compañeros de viaje

Vicente Plédel y Marián Ocaña son dos aventureros ceutíes con una prestigiosa trayectoria de rutas de exploración a través del mundo y entre los dos cubren todos los aspectos que requiere una expedición.