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Crónica 17,

Turquía II - La puerta de oriente

Ruta : Ruta de los Imperios | País : Turquía

-Ha tenido que ser terrible.- Me dice Vicente mientras detiene el todo terreno en el margen derecho de la carretera y señala con la mano un edificio delante de nosotros.

-Una auténtica pesadilla. Se me encoge el corazón tan solo de pensar los terribles momentos que tuvieron que pasar mientras ocurría y la angustia de los supervivientes buscando familiares y seres queridos. -Le contesto con la voz entrecortada, impresionada por lo que tenía delante.

Entramos en uno de esos silencios que nunca se sabe lo que va a durar. Estábamos acercándonos a Estambul y cruzábamos la población de Izmit, epicentro del espantoso terremoto que ocurrió en agosto. Teníamos ante nosotros un hotel partido en dos, la parte desplomada había caído sobre el restaurante y una gasolinera que se hallaba a sus pies. A su lado los escombros de un edificio que ha tenido menos suerte y que se ha hundido por completo. Eran las primeras evidencias que veíamos del terremoto y estábamos sobrecogidos. Verlo en las noticias acongoja pero verlo en la realidad es algo que no se puede narrar en palabras.

Proseguimos nuestro avance y siguen apareciendo horrendos testimonios del siniestro: fachadas de edificios con interminables grietas, tejados y chimeneas desmoronadas, minaretes decapitados, escombros, ... Pero el terremoto ya ha pasado y ahora Turquía se centra en las labores de reconstrucción y asistencia a los afectados. Viendo imágenes en la televisión nos llena de orgullo ver como España colaboró activamente en las labores de ayuda. No entendíamos nada de la televisión pero cuando parecían grupos de españoles colaborando, los turcos que estaban con nosotros nos lo decían y nosotros mismos pudimos leer en las espaldas de las chaquetas de algunos bomberos en labores de desescombro: "Bomberos de Granada". Bien por ellos y todos los que colaboraron. Allí estaba también Israel, Estados Unidos, casi todos los países de Europa Occidental y muchos más. Fue una gran muestra de solidaridad. Tan solo los turcos estaban algo dolidos porque sus propios vecinos musulmanes son los que menos se movieron para colaborar. Quizá sea el precio que tienen que pagar por ser el país musulmán más desarrollado y alineado con occidente.

La carretera nacional que comunica Izmit con Estambul no se ha visto afectada. Llegamos sin percances.

BIZANCIO, COSTANTINOPLA, ESTAMBUL. TRES NOMBRES PARA LA PERLA MÁS DESEADA

Bizancio, una pequeña colonia de pescadores se asienta en la orilla europea a orillas del Mármara. Pasan dos mil seiscientos años, el emperador Constantino la elige como el lugar donde ubicará la nueva capital del Imperio Bizantino, la nueva capital del Mundo: se llamará Constantinopla, la embellece sin límites. Santa Sofía, año 537, Justiniano erige la basílica cristiana más grande y bella de todas cuanto existen.

Pasan casi mil años y el Imperio Otomano avanza pisando fuerte. Mehmet, el Conquistador quiere a toda costa la capital bizantina, las robustas y altas murallas que protegen la ciudad son un obstáculo irreductible. Lo que los otomanos derriban durante el día, los bizantinos levantaban durante la noche. Finalmente construye el cañón más grande y destructivo hasta entonces conocido. El 29 de mayo de 1.153 entra triunfante a través de las murallas donde perece el emperador Constantino XI. Constantinopla es la nueva capital del Imperio Otomano. En el interior de Santa Sofía las imágenes de los santos son cubiertas de tierra y se cuelgan gigantescos medallones con pasajes del Corán.

Cien años después Soleimán el Magnífico, levanta la mezquita más hermosa y grande de Estambul, que domina el Cuerno de Oro y lleva su nombre, le seguirán muchas otras como la Mezquita Azul levantada frente a Santa Sofía con el fin de ensombrecer la grandeza y belleza insuperable de la iglesia cristiana erigida mil años antes. Mezquitas, palacios como Topkapi o Dolmabahçe, fortalezas como Rumeli Husar... los sultanes otomanos agrandan y embellecen, si cabe aun más que los bizantinos, esta imponente ciudad.

Año 1.919 el Imperio Otomano agoniza, los griegos -libres de su yugo- quieren aprovechar la situación e invaden Turquía pero en 1922 son vencidos por Kemal Ataturk. Muere el Imperio Otomano, nace la República turca con Ataturk, que lleva a cabo una auténtica revolución. Año 1923 se traslada la capital a Ankara y en 1930 Constantinopla se convierte en Estambul, pero la belleza y la grandeza de Constantinopla, Bizancio o Estambul será eterna.

Año 1.999 cruzamos el puente del Bósforo, Hacik Koprusu, el tráfico es una auténtica marea tan intensa como las aguas del Mármara que discurren bajo nosotros. De nuevo pasamos del continente asiático al europeo, pero sin salir de Turquía. Nos instalamos en el camping Londra, es perfecto, además del propio terreno de camping posee unos pequeños bungalows donde se podrá alojar una visita muy esperada que viene desde España.

Ha llegado el día del final de la "Operación Estambul", varios meses atando cabos con concienzudos, largos y precisos e-mails y llamadas vía satélite desde los lugares más recónditos. Hoy todo concluye.

Recogemos en el aeropuerto a nuestro amigo Michel. Un piloto que montó con sus propias manos un avión con el que realizó un arriesgado vuelo de Madrid a Oshkov (EE.UU) pero siguiendo la ruta por Asia sobrevolando países como Jordania, Rusia, China, Birmania, Vietnam...un auténtico e intrépido trotamundos de las alturas.

Durante el tiempo que pasamos juntos son muchas las cosas que contar -no faltan las risas- y son muchas las cosas que intercambiar. No nos fiamos ni un pelo de lo que pueda ocurrir en la siguiente etapa, tenemos que atravesar 6 repúblicas ex-soviéticas y aquello es un reino de taifas donde reina la confusión y la corrupción. Hay que poner a salvo toda la labor realizada hasta el momento. Cambiamos los carretes de diapositivas ya emulsionados por otro cargamento de diapositivas Agfa (ahora con sensibilidad 100 y 200 ASA porque la luminosidad comenzará a decrecer con las montañas centro-asiáticas), cintas de vídeo nuevas por las ya grabadas, entregamos CD-ROMs con todo el trabajo realizado hasta el momento, nos da dos estuches de CD-ROMs vírgenes para que nuestra grabadora HP siga haciendo copias de seguridad del disco duro, tinta para la impresora portátil Olivetti, sustituimos el material deteriorado (fusibles, alguna herramienta, etc.) nos trae cosas que se quedaron en España con el estrés de la salida, todo el calzado y la ropa de invierno para el Himalaya, comida de reserva (no faltó el inevitable chorizo español y nos trajo de regalo queso de Campo Real), cuadernos en blanco que se convertirán en los futuros diarios de viaje, guías, libros y mapas de las nuevas etapas, un pasaporte nuevo con nuevos visados porque el nuestro ya se ha quedado sin páginas y no podríamos proseguir, etc. Es una lista interminable, el fruto del trabajo del propio Michel, José Enrique y los infatigables e imprescindibles Reyes y Marcial. Son los expedicionarios invisibles, los que nunca aparecen en la foto pero que siempre están con nosotros.

El trabajo se ha terminado y ha llegado la hora de adentrarnos todos juntos en Estambul. Penetramos en el Gran Bazar cubierto, a diferencia del zoco de Damasco de calles estrechas y en penumbra, el de Estambul es amplio e iluminado con altos techos de grandes bóvedas y amplias avenidas que acaban engulléndose unas en otras: la calle de las joyas, la calle de los tapices, la calle del cuero, la calle del cobre, los pequeños "lokantas" (restaurantes)... Vamos desfilando por la Mezquita Azul, Santa Sofía, el palacio Topkapi, mil y una mezquitas, el acueducto, las murallas, ... Estambul no tiene fin, se pueden estar semanas y nunca repetir un lugar.

Michel despega hacia España y se lleva nuestro material así como nuestro inmenso agradecimiento para él y para los que nos ayudan tan desinteresadamente. ¿Cuándo le volveremos a ver?

OPERACIÓN ANKARA: "LA GUERRA DE LAS EMBAJADAS"

Tras Estambul, ... Ankara. Tenemos que iniciar la batalla más desagradable de los viajeros modernos: los visados de países a los que no les gustan los viajeros individuales y hacen lo imposible para desanimarnos. Fue una auténtica lucha cuerpo a cuerpo y a contrarreloj para conseguir los visados que nos abran las puertas de la delicada etapa que vamos a iniciar en breve.

El día que llegamos a Ankara, visitamos algunas embajadas para tantear la situación e informarnos de horarios, cuestionarios, precios, etc. Fuimos a la embajada de Turkmenistán, pero para obtener el visado de Turkmenistán teníamos que estar invitados por alguna persona, organización o empresa de ese país (y no era el caso) o bien dan un visado de tránsito si ya se tiene el visado de Uzbekistán. Salimos volando hacia la embajada de Uzbekistán y pedimos ver al cónsul.

-¿Qué quieren un visado para Uzbekistán? ¿Tienen ustedes invitación?. -Nos dice el cónsul.

-No, es una expedición hacia China y no conocemos a nadie en Uzbequistán. ¿No hay otro modo de conseguirlo?. -Le respondemos.

-¿Tienen visado de Kirguistán?. Si fuese así les podríamos dar un visado de tránsito. -Nos contesta.

-Todavía no, pero lo obtendremos en breve. -Le decimos sin saber todavía lo que va a pasar con la embajada de Kirguistán.

-Pues entonces no tendrán problema. Cuando lo tengan, vuelven aquí y le concederemos el visado de tránsito. Hasta pronto. -Concluye. La amabilidad no es el fuerte de estas embajadas.

Vicente y yo nos miramos sin decir una palabra, pero ya sabemos que los dos nos estamos haciendo la misma pregunta: ¿Cómo va a acabar esto?. Le damos la mano y salimos disparados hacia la embajada de Kirguistán. Nos recibe el cónsul con un traductor, él solo habla su idioma y ruso.

¡Milagro! Conceden visados sin carta de invitación. ¡Hemos roto la cadena! Tardan tres días en concederlo y cuestan 100 US$ los dos (16.000 pts.). Respiramos aliviados, todavía no tenemos ni un visado pero ya tenemos algo por donde empezar.

Nos dividimos el trabajo para que los días sean más productivos, yo me dedico al trabajo informático y de estudio de las etapas venideras y Vicente se arma de valor para lanzarse al campo de batalla de las embajadas. A continuación transcribo literalmente lo que escribió Vicente en el día mas ajetreado de la "Guerra de las Embajadas". Y como se pone en las películas: "todo lo narrado a continuación está basado en hechos reales y está basado en personas y situaciones verídicas que han acontecido en un solo día." Es el extracto íntegro del diario de viaje de ese día pero para entenderlo se necesita un mapa de Asia Cental, no haber ingerido alcohol en las últimas 24 horas y tener al lado un vaso de agua y un paquete de aspirinas. Buena suerte al que intente entenderlo.

DIARIO DE VIAJE DE VICENTE.

LOS VISADOS: "UN INFIERNO TERRENAL"

Tras desayunar nuestro pan tostado con margarina y café con leche... de nuevo a las embajadas de Ankara. Marián sigue trabajando con las crónicas en el camping. Ya puedo adelantar que ha sido un día repleto de victorias. ¡Batiendo mi propio récord de obtención de visados!.

En otra ocasión conseguí en 24 horas 3 visados: Burkina Faso, Costa de Marfil y Togo. Aunque con truquillo. Elegí Nouakchot (capital de Mauritania) porque sabía que ninguno de los países mencionados tenían representaciones diplomáticas ahí y donde no tienen embajadas se puede expedir en la embajada de Francia. Así lo hice, era la Ruta de los Reinos Perdidos de Africa.

Ahora bato un nuevo récord, ¡he conseguido 5 visados en menos de 24 horas! (el primero hoy a las 11 de la mañana y el quinto me lo dan mañana a las 10 de la mañana) y todos de embajadas distintas y países muy "especiales".

El primer alto lo hago en la Oficina de Turismo para localizar la dirección de las embajadas de Kazajastán, Azerbayán y Georgia. Localizamos la de Kazajastán y Azerbayán pero no encontramos la de Georgia porque se han mudado y nadie sabe a donde, ni la centralita de teléfonos ¿Cómo es eso posible?. Me despido del equipo tan encantador de la Oficina de Turismo y me lanzo a la embajada de Kirguistán.

Primera batalla. Se me da el visado de Kirguistán con entrada y salida de días concretos y exactos, como nos ocurre con China. Pago 2 x 50 US$ = 100 US$ = 16.000 pts. Le doy las gracias, también han sido amables ¡aunque muy serios...! Cojo los pasaportes y a por la siguiente embajada.

Segunda batalla. Embajada de Turkmenistán. Entrego los papeles, pago 2 x 31 US$ por ser urgente ( 21 US$ si es visado normal en 3 días) = 62 US$ = 9.900 pts., se quedan con el pasaporte y me dicen que tendré el visado a las 5 de la tarde. Duración: 8 días.

En la embajada de Kirguistán me dijeron donde estaba la embajada de Georgia (la ilocalizable) porque eran sus vecinos antes de mudarse, así que me dirijo allí para tantear como está el tránsito sin visado. Aparco el coche y... ¡enfrente está la embajada de España!. Que casualidad.

Tercera batalla. Entro en la embajada de Georgia, me recibe el propio cónsul. Me dice que no se puede obtener el visado de tránsito en la frontera terrestre. Sospecho que no es cierto y que sí se puede (otro viajero que ha estado allí hace tres meses sacó un tránsito de tres días por 15 US$) pero no puedo arriesgarme, hago como que le creo. Sigue diciéndome que en el aeropuerto se puede obtener pero que cuesta 70US$ una semana y en esta embajada no los da por 40US$ para 15 días ó 50US$ para 30 días (tránsito 30$ = 3 días). ¿Cuánto tardan?, le pregunto. Te lo puedo hacer ahora mismo, me contesta. Recuerdo que los pasaportes los tiene la embajada de Turkmenistán pero llevo en el bolsillo los pasaportes viejos sin páginas libres. Voy a intentarlo. Le paso los pasaportes, en ambos pasaportes hay una hoja con un solo sello (de Marruecos) y le propongo poner el visado encima. No le importa (es un adhesivo que se pega y tapa el otro sello) Fenomenal. ¡Que majo! Pago los 80US$ ¡ya podemos entrar con seguridad en Georgia!. Otra batalla ganada.

La embajada de Kazajastán está en una calle paralela, me dirijo allí. (NOTA : este visado es algo que decidimos ayer, un trabajo extra de última hora. Resulta que el único camino para ir de Uzbequistán a Kirguistán es por el valle de Ferghana, lo más corrupto de Uzbequistán y acaba de estallar una guerra a 25 km. al sur de esa zona (en Kirsguistán Sur, el conflicto interno del vecino Tadjikistán -prolongación de la guerra afgana- ha traspasado la frontera y se ha metido en Kirguistán). Desde Tashkent (la capital de Uzbekistán) a Osh (ciudad fronteriza de Kirguistán) se tarda unos dos días en hacerlo, eso sin contar con los controles de policía que nos retrasen porque quieran "sacar tajada" de nuestro paso. El visado no nos llega y como la guerra se extienda al norte ...(¿?). La única opción alternativa es ir hacia el oeste, por Kazajastán, pero ... ¡necesitábamos entonces ese nuevo visado no previsto!. ¿Cuánto tardarán? FIN DE LA NOTA)

Previo de la quinta batalla. No está el cónsul de Kazajastán. Me dicen que viene de 4 a 5 de la tarde. Me viene fatal. Le digo al encargado que mejor mañana por la mañana. Me dice que imposible, que el cónsul no viene. Solo atiende lunes, miércoles y viernes de 10 a 11 y de 16 a 17 horas. ¡Qué lujo de horario!, pienso para mi interior pero sonrío en el exterior, como si entendiese que es lógico ese horario. Ese visado es importante, no me queda más remedio que comer en Ankara e intentar sacar el visado con procedimiento urgente, ese país (no estaba previsto pasar por él) es nuestra vía de escape de Uzbekistán para evitar pasar por el valle de Ferghana (largo, puñetero, con la policía y el ejército más corrupto del país y con una guerra un poco más al sur) ¡Tela marinera!

Cuarta batalla. Voy a la embajada de Azerbayán. Si pido el visado hoy, me lo dan el miércoles de la semana que viene (hoy es miércoles) pero ya nos habremos ido de Ankara. Me dice de sacarlo en Georgia, es más rápido. Le digo que mejor en Armenia, nos viene mejor. ¿Tienen allí embajada?, le pregunto. No, no tenemos. Me contesta. ¿Por qué, si es su país vecino?, prosigo. Rehuye la contestación y vuelve al tema de la embajada de Georgia. Sigo mareando la perdiz para saber que pasa con esa frontera. ¡Por fin lo suelta! La frontera entre Armenia y Azerbayán está cerrada y tomada por el ejército. Están casi en guerra porque Armenia controla Nagorno-Karabaj y alrededores (1/5 de la superficie de Azerbayán). Pero, ¿por qué ocultan esas cosas? ¡Si nos vamos a dar cuenta en cuanto nos acerquemos a la frontera! y entonces nos .... en toda su ....

Los armenios igual, cuando sacamos el visado en El Cairo, tampoco soltaron prenda. También los sirios, en una ocasión hace muchos años, me ocultaron que una frontera estaba cerrada a cal y canto. ¡Menos mal que lo solucioné a través de Jordania!. Nunca entenderé por qué ese ocultismo en cosas que son tan evidentes. Menuda "risa" cuando llegas y no se puede pasar.

Con la frontera entre Armenia y Azerbayán cerrada... los planes cambian. Azerbayán no vale nada si se compara con Armenia. No tiene prácticamente nada que ver y es super-corrupto, lo peor de esas tres repúblicas caucásicas. Y encima (por la tarde) leemos en un libro que la frontera entre Azerbayán e Irán está "casi siempre" cerrada para los extranjeros. ¡Menudo panorama!

Remodelación de planes. Vamos a Armenia, abandonamos la idea de cruzar Azerbayán y vamos directamente de Armenia a Irán y luego a Turkmenistán y demás.

Ya que estoy aquí, voy a la embajada de España. Me recibe Mª José Ureta, charlamos de Turquía y la expedición Ruta de los Imperios, fotocopia los pasaportes y le entrego el calendario aproximado de la ruta a través de las imprevisibles repúblicas de la ex -URSS. Si ocurriese algo, por lo menos tendrían una idea aproximada de por donde nos estábamos moviendo.

Me voy a comer. No pude contactar con Marián para avisarla de que no volvía pero supuse, correctamente, que al no verme llegar se iría a comer por su cuenta al pequeño restaurante de la gasolinera de al lado. Durante el almuerzo consigo el primer momento de relax que tengo desde hace tiempo. Tenía en el coche unos periódicos españoles atrasadísimos porque hasta hoy no he podido ni ojearlos. Leo las seis primeras páginas: habla del secuestro de españoles en Irán (pero ya han sido liberados), nosotros pasaremos por allí en breve; disturbios mortales en Indonesia, todavía quedan muchos meses para llegar; guerra y bombardeos en Daguestán, frontera con Azerbayán y Georgia ¡gulp!; etc. El mundo está loco. Dejo la sección de noticias, paso a la de sociedad, un rollo. Al final acabo leyendo la cartelera de cine y la programación de la tele, son páginas más tranquilas.

16 horas. Quinta batalla, continuación del previo de esta mañana. Embajada de Kazajastán. Hablo con el cónsul. El tránsito de 3 días cuesta 20 US$ (3.200 pts.) y se tarda una semana en tramitarlo. Demasiado tiempo. ¿Hay un procedimiento urgente?, le pregunto preparándome el bolsillo. Si, por 40US$ (el doble) se da al instante, me contesta. Acepto el procedimiento urgente pero no tengo el pasaporte, está en la embajada de Turkmenistán, me lo dan a las 17 horas, justo cuando la embajada de Kazajastán cierra. Le digo al cónsul si podría esperarme un poco, el tiempo de llegar a la embajada de Turkmenistán a la suya. Me dice que podría esperar un poco si tiene trabajo pero si termina se va. Le doy las gracias... ¿por qué? Me imagino que por cortesía y porque me tiene agarrado por los ....

Voy al banco. Pago los 80US$ del visado de Kazajastán. No he podido usar los pasaportes viejos que tengo en el bolsillo porque ahora sí que están sin páginas y estos parecen "más estrictos" que los de Georgia a la hora de re-utilizar páginas usadas del pasaporte. Voy rápido a la embajada de Turkmenistán, para ver si ya me pueden devolver el pasaporte.

16.40 horas. Epílogo de la Segunda batalla. Embajada de Turkmenistán ¡Milagro! El cónsul ha venido 20 minutos antes de hora. Explico mi situación a cinco muchachos de agencias que tramitan visados y me dejan pasar el primero. Los turcos son siempre así de amables y auxiliadores. Su hospitalidad no tiene límites, no es una situación, es en todo momento y en todos los sitios.

16.45 horas. El cónsul me da los pasaportes al instante. Todos los muchachos de las agencias me dan la mano, se despiden, nos desean buen viaje y nos dicen que tengamos cuidado ("This is not Turkey, be careful", "Eso no es Turquía, ten cuidado", palabras amables pero que no animan).

16.58. Llego a la embajada de Kazajastán ¡El cónsul sigue allí! Le doy los formularios, el recibo del banco de haber pagado los 80US$ (12.800 pts.) y los pasaportes. Desaparece con todo y reaparece a los 15 minutos con los visados en los pasaportes. Tenemos que entrar un día concreto especificado en el pasaporte y salir el día indicado. ¡No hay tu tía! ¿Lo conseguiremos?.

Sexta batalla. Voy a la embajada de Uzbekistán y entrego formularios y pasaportes. Hubo un problema extra, su visado de tránsito es muy corto y con los controles y el estado de las carreteras no es suficiente para ver las tres joyas que tienen en su tierra: Khiva, Bukhara y Samarkanda. Intento sacar más días, aunque sólo sea uno más pero no hay manera. Son muy amables, pero no pueden dar más de 3 días. El cónsul me propone una doble entrada. En la primera uso un visado, salimos del país, volvemos a entrar y tenemos otros tantos. Podría valer como medida de emergencia. Pido la doble entrada (son 12.800 pts. los dos, 40 US$ cada uno en vez de 30US$), me dicen de volver mañana a las 10 de la mañana. Fin de la guerra. Hemos vencido en todos los frentes diplomáticos pero nos ha costado 402 US$ (64.000 pts.), eso también es un récord, ¡Pero de gasto!. Pensar que luego se nos pregunta, ¿pero donde se ha gastado el dinero?

¡Que día! Todavía me tiembla el cuerpo pero ha sido una victoria total y plena. Cuando mañana me den el visado de Uzbequistán habré conseguido 5 visados en 24 horas. ¡Y no unos visados normales, de los "raros"!

Arranco el motor y salgo de Ankara muy despacio y prudente. Todavía no estoy centrado en la conducción. Estoy como en una nube.

Llego al camping a las 18.15. Quiero disimular mi entusiasmo pero Marián me conoce demasiado bien y me descubre por mi expresión que lo conseguí. Había obtenido todos los visados, hasta el de Kazajastán y Georgia (que no estaban previstos). Otros viajeros nos recomendaron sacar los visados en Teherán pero por mi cuenta y riesgo decidí intentar obtenerlos en Ankara. No me fio ni un pelo de sacar los visados en el país anterior a la entrada a otro país. ¡Y tenía razón ¡ Ahora tenemos las puertas abiertas -¡burocráticamente hablando!- a todo Asia Central. Podemos entrar, ahora hace falta que...podamos salir.

Por hoy se acabó el trabajo. Nos vamos a cenar a nuestro pequeño restaurante, pero era ya muy tarde y habían cerrado. Cenamos en el restaurante de la gasolinera que hay junto al camping. Sopa ezogelin (de lentejas, casera) y brochetas de carne picada de cordero con ensalada y tortas de pan de horno recién hecho. Todo ello por 1.200.000 liras turcas (450 pts.). FIN DEL DÍA.

EL ESPÍRITU DEL VIAJERO

Este tipo de "odiseas" son las que nadie se da cuenta cuando piensa en rutas exóticas por eso hemos pensado que merece la pena dedicarle este espacio para mostrar otro de los aspectos de la aventura: la administrativa, lo que hay que tener en orden para poder acceder a los nuevos países. Muchos de los visados ya son auténticas aventuras de por sí.

A parte de las crónicas y ordenar las fotos digitales, yo estuve leyendo y estudiando esas repúblicas centro-asiáticas y son realmente atractivas pero no parece que vaya a ser fácil. Cuando se va en grupo organizado es una maravilla porque se disfruta de todo lo positivo, todos vuelven encantados. Incluso uno de los libros que tenemos, que son de viajeros individuales, aconseja que si nunca se ha ido en tour organizado esta es una buena oportunidad para hacerlo, evitará una cascada de quebraderos de cabeza y chantajes. Para los que se animen a recorrerlo por su cuenta y por rutas fuera de las habituales los dos libros lo ponen bien claro: la corrupción es total, los abusos de autoridad constantes, si se tiene un problema no acudir a la policía porque un extranjero con un problema es más vulnerable para sacar "tajada", en determinadas montañas hay bandidos -no acercarse-, en las zonas fronterizas tan solo utilizar las carreteras principales -en las otras suele haber contrabandistas-, las aduanas son insufribles, si se tiene algún problema no acercarse a la policía a pedir ayuda, no viajar de noche -los controles pueden ser de la policía, del ejército o de asaltantes y nunca se sabe que es peor-, no se debe de ingresar en un hospital de esos países a menos que se esté realmente enfermo y se disponga de un seguro de repatriación urgente por si algo sale mal, ... Y eso es cuando se van utilizando los medios de transporte públicos y en muchas ocasiones se pasa desapercibido. Nosotros vamos a explorarlo a bordo del primer todo terreno español que se aventura por esta ruta de 6 repúblicas de la ex-URSS, no hay modo de pasar desapercibidos en ningún momento. ¿Por qué vamos entonces?, ¿Quizás estemos locos? ¿O quizás estemos dominados por el espíritu más antiguo del ser humano: la imparable fascinación por adentrarse en lo desconocido? No estamos muy tranquilos pero ... nos cautivan esos lugares tan enigmáticos. No podemos remediarlo.

Hemos terminado el trabajo en Ankara y es hora de reiniciar la ruta y concluir el recorrido por Turquía. Nuestro primer alto: Hatussa, la antigua capital del Imperio Hitita. La RUTA DE LOS IMPERIOS no es solo un viaje por el espacio sino también por el tiempo. Vicente gira la llave de contacto, el motor ruge y nos ponemos de nuevo en ruta.

Resto de crónicas de la ruta

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Te presentamos a tus compañeros de viaje

Vicente Plédel y Marián Ocaña son dos aventureros ceutíes con una prestigiosa trayectoria de rutas de exploración a través del mundo y entre los dos cubren todos los aspectos que requiere una expedición.